Senderos de agua

Cada vez que consultamos un mapa nos resulta fácil distinguir las diferentes rutas que hay trazadas porque se utilizan diferentes colores para identificarlas. Reconoceremos normalmente en negro los caminos de hierro por los que circula el ferrocarril. En rojo o amarillo las rutas de asfalto por las que circulamos en coche. En gris o un color neutro las pistas y caminos, también los sendas por los que caminamos en nuestros paseos por el monte. Y el azul queda reservado para los trazados que siguen los ríos en su bajar de los montes y que aparecen en los mapas con un trazo fino que va engrosando cuando cruzan los llanos y que, al acercarse al mar, parecen marcados con rotulador.

En esas líneas azules no reconocemos senderos, tampocos solemos verlos como rutas de acceso al monte o al mar. Y eso que, aunque ya no todos los caminos llevaban a Roma, todos los senderos de agua siguen llevando al mar. O a la montaña, si los seguimos en el mapa en su sentido ascendente.

Y eso es lo que propongo en este blog: utilizar esos trazados azules, los senderos de agua, para seguir sorprendentes y refrescantes rutas por nuestros montes. Recorridos en los que podemos observar la naturaleza desde una perspectiva distinta: desde el cauce de un río, arroyo o torrente, desde el fondo de un valle o de un barranco.

Seguiremos en el blog los senderos de agua ascendiéndolos. Siempre es más esforzado subir pero también siempre se disfruta más el paisaje, aparte del la sensación de superación que experimentamos al subir una cascada trepando por su lateral. También es aconsejable ascender los ríos por la práctica razón de que siempre es más seguro andar por las piedras cuesta arriba, sobre todo cuando están mojadas y pueden resbalar. Por eso para bajar utilizaremos otros senderos, de tierra cuando sea posible, de asfalto cuando no quede otro remedio.

Habrá quien se pregunte: ¿por qué esta ocurrencia? Es cierto que a todos los que hasta ahora he hablado de esta afición por seguir los senderos de agua les ha sorprendido pero, sin embargo, yo sólo puedo verla como algo natural: una amalgama de mis mayores aficiones. El senderismo, la pesca, el deporte al aire libre, la naturaleza... También un paso más en mi evolución como pescador: de la pesca de truchas con cebo y cucharilla a la pesca a mosca, después la pesca sin muerte... y por fin la simple observación de las truchas y el disfrute de su entorno, el río, sustituyendo la caña por una cámara de fotos.

Me propongo con este blog ir editando las rutas que vaya haciendo: pondré las fotos que haga, describiré los recorridos... e iré viendo cómo puedo documentarlos por si alguien quiere seguir mis pasos. Para aquellos aventureros que se animen también pueden dirigirse a mí a través de los comentarios o de facebook si necesitan más información.

¡Animaros a seguir los senderos de agua!